miércoles, 23 de marzo de 2011

Una de churretes


Mancharte tú. O manchar una foto. Disfrutar también es dejar de preocuparte porque algo se ensucie. Cuesta asumir que hay cierta belleza en un churrete de pintura que no se ha estampado donde tú exactamente querías, o en un exceso de gesso, o en una tinta que mutó a un tono que no deseabas al contacto con el papel. No es ortodoxo en absoluto, ni ordenado, ni probablemente estético. Pero sí un estupendo ejercicio de liberación para los que tenemos la torpeza de seguir empeñándonos en que todo sea perfecto.

2 comentarios:

  1. Qué graciosos están cuando los ves así, de chocolate hasta arriba, para comerselos!!!Bonito trabajo. Un saludo

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