El año que perdí el miedo a equivocarme.
El año que aprendí que no se puede gustar a todo el mundo.
Este año ha sido el año que estrené mi blog y de paso me di cuenta de que ninguno se escribe en total soledad. Siempre te acompaña el compromiso que adquieres con toda la gente que está esperando recibir algo de ti.
Bambola me pidió que contara qué ha significado creativamente para mi el 2011 y que eligiera entre mis trabajo el que más me ha gustado. Pero como no fui capaz de escoger entre mis hijitos, he preferido compartir otro: el primero que subí, la primera entrada en mi blog, la que me hizo más ilusión.
Gracias a todos los que habéis pasado algún rato de este año por aquí.
Si quieres conocer los materiales y la técnica que utilicé pincha en Pájaros en la cabeza.
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